Lectura/Presentación a cargo de Dra. Alicia Anabel Frías

"Psicoanálisis y medicina. Entre sufrimiento y satisfacción"  Emilio Vaschetto (Coord) Xoroi Ediciones 

Escriben: Carolina Alcuaz, Viviana Bega, Claudia Castillo, Darío Charaf,Jorge Faraoni, María Marta Giani, Damian Isoldi, Emilio Vaschetto y Santiago Castellanos.

Lectura/Presentación a cargo de Dra. Alicia Anabel Frías *

Sobre el libro…

Es un libro en donde el interés de la lectura apunta a despertar las preguntas más simples sobre los temas más complejos que atraviesan a la medicina y al psicoanálisis: que es la vida, el dolor, el acto médico, la vocación, entre otras. Cada capítulo invita a pensar. Y quiero compartir mis reflexiones sobre el capítulo que más despertó mi interés, que es el tema del dolor. Afecto y emoción que está presente en el día a día de mi práctica clínica.

El dolor es un síntoma inquietante, subjetivo desde el concepto más objetivo de los libros de medicina, que bastante estudiado está. Es bien interesante lo que plantea Emilio Vaschetto y Damián Isoldi en este capítulo acerca de lo que es el dolor.

En la primera parte habla de la formación del médico durante su carrera, desde los objetos inanimados hasta la idea del curar por sobre todas las cosas. Soy docente del último año de la carrera de Medicina en una materia que se llama Salud Mental, es una materia de la practica final obligatoria que realizan los alumnos y fue justo este año que unos alumnos me preguntaron sobre la muerte, y en consonancia con la propuesta que se me realiza de este libro es que los alumnos me plantean la posibilidad de hablar sobre la muerte: ¿cómo dar malas noticias?; y yo pensaba que con esa propuesta: ¿Qué es lo que realmente querrán saber y cuanto es posible transmitirles? Pensaba en el recorrido que hace el medico en su formación y acerca del sufrimiento del médico y qué de eso atravesaba la pregunta de estos alumnos. Pero si algo de lo transmitido hizo que ellos se preguntaran algo, allí estaría iniciada la labor propia de cada uno de buscar las respuestas.

Un fragmento clínico: mujer de 34 años posquirúrgica había sido operada de una cuestión ginecológica, madre de un bebé de 3 meses, se presenta con dolor; este se repetía en varias de las múltiples consultas que tiene la paciente por guardia, al principio no se encontraba alguna cuestión lógica, orgánica, que pudiera explicarlo y, por lo tanto, inmediatamente se pide la interconsulta con Salud Mental. Posteriormente se observa una secuela de la anestesia pero que los mismos anestesistas concluyen que no coincidía el dolor con las manifestaciones que tenía la paciente y que era transitoria, se sentencia. Obviamente sin “respuestas” esta paciente siguió con dolor, cómo era una paciente que yo no podía continuar viendo porque estaba a cargo de otro profesional allí terminó mi intervención. Casos así, muchas veces son motivo de consulta diaria y que generan gran desconcierto en los médicos porque si no hay cuestión orgánica, ¿de que debería quejarse? y con ello volvemos a la formación misma del médico. Allí la labor diaria del profesional de salud mental será variada y dependiendo de cada situación, implica la consideración de otra dimensión del cuerpo.

Hablar del dolor es una cuestión bien interesante, paradigmática y además misteriosa, lo podemos entender a través de un concepto cómo una sensación dolorosa qué causa malestar; también lo podemos significar cómo la ventana al mundo exterior, cuándo aparece el dolor y una persona lo experimenta ¿pierde la conexión con los otros? Pienso, ¿sus relaciones interpersonales con los otros o esta relación se ve modificada por esta nueva condición? a partir de aquí me preguntó si este dolor ¿puede modificarse en oportunidades y tramitarse como pérdida voluntaria? También considero importante está singularidad desde la experiencia propia del dolor.

Emilio Vaschetto en su recorrido habla de los diferentes tipos de dolor y diferencia el mismo como agudo y crónico. Cuando hablamos de dolor agudo es un dolor que va a durar unos días y el dolor crónico es aquel que va a durar más de 7 días. Me gustaría hacer algunas salvedades del dolor agudo, el estudiante de medicina sabe que un dolor agudo no puede durar más de 7 días aproximadamente. Entonces genera gran desconcierto cuando un paciente luego de esos siete días continúa con dolor y no se observa ninguna causa orgánica, entonces y en esto coincido con una de las propuestas del libro, que inmediatamente se invoca cuál hechicero a salud mental. Entonces, si no hay causa orgánica tiene que ser emocional y este concepto también es importante porque si bien uno tal vez tiene la presunción de que a veces el médico no la tiene, a veces la tiene demasiado en cuenta. Como todo creo que habría que buscar un ´sano equilibrio´, si se quiere esa palabra.

En esta dirección, hay un enunciado que me parece importante transmitir, es de la conferencia que hace Lacan para los médicos en la Salpetriere, Psicoanálisis y medicina: “Pues lo que yo llamo goce es el sentido en que el cuerpo experimenta, es siempre del orden de la tensión, del forzamiento, del gasto, incluso de la hazaña. Incontestablemente, hay goce en el nivel dónde empieza aparecer el dolor, y sabemos que es solo a ese nivel del dolor donde puede experimentarse toda una dimensión que de otro modo permanece velada.”

Entonces un poco a modo de conclusión, este capítulo en mi caso particular me invitó a pensar el dolor en los tiempos del cuerpo y de su relación con los otros, qué finalidad y si tiene alguna, este síntoma tan antiguo como la vida misma, tan ancestral como el nacimiento propio del ser humano, el cual nace y experimenta sensaciones de dolor y molestia. Entonces me pregunto, si ¿no es un modo también de estar y de vivir? Por lo tanto los invito a poder leer el libro. Es atrapante y este capítulo en particular realiza una invitación a preguntarnos acerca del dolor y el dolor de vivir.


*Medica. Psiquiatría. Ex residente de Psiquiatría en Hospital “Dr. Miguel Ragone” (Salta). Diplomada en Psiquiatría Infanto-Juvenil (Universidad Dr. Favaloro). Docente en la Catedra de Salud Mental en la carrera de Medicina de la Universidad Nacional de Salta. Trabaja como medica de Planta en la Unidad de Salud mental del Hospital Público Materno Infantil (Salta)





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