Comentario o lo que da a pensar la lectura.

 Reseña “Acontecimiento del cuerpo, también en el autismo” - Lic en psicopedagogía Mariel Adán. 

Leer es para mí una experiencia de mucha inquietud y curiosidad. 

Esta vez ha sido, además, leer para tomar y dar palabras, como gestos mínimos, compuestos en sí mismos de procesos simbólicos múltiples. 

Leer como un acto donde con una voz, que es la mía, tomo la palabra de otros al papel, y en ese plano de perpendicularidades varias, voy trazando un mapa de sentidos. 

Se asientan palabras que tropiezan con mis propias representaciones, mis mundos y en este caso todos los laberintos y travesías que arman recorridos en las experiencias clínicas con mis pacientes.

La conferencia de Mauricio Beltrán, colocada en “Acontecimiento del cuerpo, también en el autismo”, publicación de la Fundación Cultura Analítica de Salta, es una invitación a ubicar presentaciones, modalidades de sujetos autistas en recortes y secuencias clínicas muy precisas. 

En todos los casos me llevaron a revisar y repensar la siguiente pregunta: ¿cómo estar allí desde mi práctica psicopedagógica?

Nuclear esa experiencia de cuerpo en la idea de acontecimiento tiene para mí, toda una intencionalidad conceptual, desafiante diría, sobre todo porque abre nuevos recorridos. La ubico como una invitación indirecta a realizar una apuesta colectiva en el pensamiento. 

Invitación a pensar en las orillas de las disciplinas y encontrar allí, lugar para construir con otros, partiendo de las diferencias y haciendo base en esa elección de silencio, en ese por momentos mar de vacío del autismo. 

Invitación al ejercicio de distinguirse del adoctrinamiento y la ortopedia, de la idiomática del control, siendo en otra dirección pasaje a lo posible del sentido.

La invitación tuvo en mí una respuesta. Volver a otras lecturas, en ese tejido simbólico que hacemos entre nuestros pensamientos, y traer una idea interesante de Maurizio Lazzarato (sociólogo y filósofo italiano), respecto a las dimensiones del acontecimiento, publicadas en su texto “Políticas del acontecimiento” donde dice:

“Las dos dimensiones del proceso constitutivo del acontecimiento – la dimensión espiritual (invención) y la dimensión material (efectuación)-, se entrelazan la una y la otra y se aplican recíprocamente. De los dos lados el proceso es impredecible, imprevisible y arriesgado, ya que no se puede dirigir la invención ni la difusión social.”

Ubica entonces la invención y la efectuación como movimientos que se dan al interior de ese encuentro acontencimental.  Lo señala como un proceso y lo caracteriza con condiciones que dan a pensar…lo imprevisible, lo impredecible y lo arriesgado.

Tiene de invención en la ruptura de normas, de reglas, de hábitos. Arma un tiempo fuera del tiempo histórico, porque está hecho de la contemporaneidad de los tiempos.

La efectuación tiene que ver con la dimensión corporal del acontecimiento, con los agenciamientos espacio temporales que propone. Es una efectuación que no se agota, insiste, tiene la capacidad de propagarse, tal vez por eso encierra el cariz de lo posible.

Sobre lo posible nos dice M,Lazzarato

 “El acontecimiento crea un mundo posible que se expresa en los agenciamientos de la enunciación (en los enunciados, en los signos o en un rostro) y que se efectúa en el cuerpo. 

Lo posible no es aquí una categoría abstracta que designa algo que no existe: el mundo posible existe perfectamente pero no existe fuera de lo que expresa (enunciado, rostro o signo) en los agenciamientos colectivos de enunciación.”

Aquí muchas pistas para armar el bricolage de cómo estar ahí en la intervención psicopedagógica en el autismo, ubicando el cuerpo y su construcción singular; el tiempo, el material objetal y lo posible de la invención.

Desde mis anotaciones clínicas puedo pensar en un cuerpo forjado en lo articular de la vida objetal, con lo que esto tiene de fingido, de fabricado y de inventado. En una espacialidad que oscila entre lo laxo y lo rígido, porque los perímetros dependen de lo que está por armarse, no hay de antemano y no hay sincrónico.

Estar por armarse no es anhelo, es parte del proceso, es lo por-venir/ lo que está por pasar. Un proceso que, al interior de sus invariantes funcionales estructurantes de procesos inteligentes/ y participes de la construcción de conocimientos, se desarrolla en el campo del autismo, en esas micro-aperturas donde el movimiento de asimilación toma hasta el hartazgo alguna condición del objeto o algún esquema de acción suelto y lo captura. 

En cualquier situación, esto se repite- se desliza, a veces en una circularidad propia de lo sensoriomotor llegando en algún momento a un pequeño circuito. Esto, que aparece como una marca inicial de trabajo adaptativo en el contacto con el mundo, es faltante pero no es poco; da señales, asoma una instalación en un espacio y un tiempo. 

Ahora bien, me animo a pensar que, en este escenario descripto desde mi mirada psicopedagógica, lo que no se pone al corriente, o al menos sin intervención clínica, es el proceso de acomodación. 

Lo que se toma del objeto no llega a dialogar con el contexto, con sus variantes, con otras manos, con sus propias elaboraciones objetivantes.  Toma, produce y reproduce como en automático; insisto no es menor, porque tiene el valor de lo maquínico que, encierra en sí mismo una potencia histórica y subjetivante para con las acciones en juego. Es lo que antes llamaba una instalación en espacio - tiempo

Algo de lo maquínico de las primeras acciones, repetidas, sesgadas a la mirada, en soledad, muchas veces encajadas en un ritual profano que no tiene la intención de ponernos a coro, traccionan en la intervención y por efecto de lo contingente, un tiempo de riesgo, tal vez la invención.

Entiendo que, la intervención psicopedagógica intenta sobre las acciones circulares y el despliegue de circuitos, que la novedad aparezca siendo fruto de alguna intersección entre lo tomado y algún movimiento acomodaticio que la estructura puede hacer.

Entonces, hablamos de un cuerpo que produce y se produce en las acciones; que se inscribe en lo que llamo micro-aperturas, como experiencias diferenciales, discrecionales, hechas casi de manera performática siempre por la vía del consentimiento y de una labor artesanal. Aquí, dos andamios indiscutibles, para ubicar el cómo de mi intervención: con y desde el consentimiento del paciente y con el único artificio de lo artesanal.

En ese campo artesanal se ofrece otredad, no se pide. Se ofrece otredad porque una está con el cuerpo en calma o en movimiento, pero disponible; con la mirada para ser proyector de formas, hueco por donde poner y sacar, apoyo, sostén, voz como espacio tubular de ecos, en ocasiones bordes o herramienta para escudriñar algo. Otredad que alterna entre espejarse y ser ajeno, intentando en medio, alguna operación posible. 

La efectuación con un cuerpo disponible, a la mano y a la mirada, sostiene lo imprevisible. En un tiempo hecho de muchos tiempos a la vez, quizás minúsculos, quizás latentes, dando lugar a que algo se exprese. No se pretende la doma; sino por el contrario la expansión.

Entiendo que algo, de lo que intento describir aquí como, ese armado del cuerpo, la capacidad objetivante del proceso, esa relación objetal, ese hacer de a dos, tiene que ver con la materialidad propia del acontecimiento. 

Pienso mi práctica como, una práctica de cuidado, donde su estética se recrea en la escena lúdica siempre nueva y arriesgada. Lo artesanal, como un modo de hacer y de pensar, como aquello que inquieta lo humano y que a la vez encierra un misterio. 

Al decir de P. Meirieu – todo oficio encierra un misterio-, con lo cual allí está el hacer;

 en ese oficio de lo humano que encierra en un encuentro singular, la creencia y el riesgo de habitar un territorio donde lo humano drene, florezca y se sacuda. 

Cohabitar la invención es parte de lo posible.


Agradecimientos…

a cada colega que compartió su práctica, en cada palabra de la publicación de la Fundación Cultura Analítica

a Mauricio Beltrán por darme la oportunidad de participar de este espacio de intercambio

a cada un@ de ustedes por esta lectura.

 

- Mariel Adan

Lic. en psicopedagogia

Co-cordina un espacio de supervisión "Mirar de a Dos"

Docente de psicopedagogia de la UFLO

Tutora de tesinas/TFI




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