En Acontecimiento del cuerpo,
también en el autismo, Mauricio
Beltrán trabaja el valor del acontecimiento como aquel que exilia a los seres
hablantes del campo de la naturaleza.
Al sujeto no le queda otra que consentir a dicho traumatismo de lalengua, pero sus respuestas y
soluciones van a ser de las más variadas. En el campo del autismo se instala
una defensa de hierro para lidiar con dicho traumatismo hasta el punto de un
rechazo de toda dependencia del Otro. El neo-borde es su defensa frente a la
irrupción del goce y el circuito una tentativa de elaboración de este: la
iteración del Uno.
Partir del respeto por sus maneras de consentir y las formas
particulares en las que se puede llegar a escribir dicha experiencia es el gran
reto del psicoanalista practicante. La elección del sujeto autista por el vacío
en lugar de alienarse al campo del Otro será el punto de partida de lo que el
autor llama un acompañamiento respetuoso. Así, el neo-borde respondería al
armado de un espacio topológico singular en el que habita el sujeto autista de
manera particular. Y ahí aparece lo más interesante de su artículo.
¿Cómo lee el analista practicante para poder intervenir? Partiendo
de la idea de que la clínica del autismo es una clínica del circuito tomará el
comentario que hace Jacques Lacan acerca del caso Dick, donde se describe un
circuito aparentemente errático pero que itera. De la lectura de la médula de
un circuito saldrán indicaciones muy precisas para dicho abordaje. Por suerte,
Mauricio clarifica dicha lectura con el testimonio de su propia clínica.
Presentará una casuística propia donde hace lectura de dicho circuito para
poder expandir esta defensa, donde "pesca" una lógica de intervención
a partir del recorte de un detalle "errático" para dar lugar a la
posibilidad de armado de un lazo. Partir del sameness y el aislamiento para lograr una apertura, se verifica en
una viñeta cuando el analista al acercarse al sujeto para sacarlo de su aislamiento,
este se encapsula más. Su indicación de "cuando ustedes se alejan, en
realidad se están acercando" permitió la apertura para el armado de un
lazo sutil pero operativo. Otra viñeta
donde recorta la Guía T como objeto atesorado por el sujeto permite expandir un
circuito que repercute tanto en el armado de un espacio como en su regulación
corporal. Dicha lectura, ¿parte de un saber previo? Este recorte parte de una
contingencia, pero insertado en una lógica: la lógica del Uno. De un circuito
que busca escribir lo imposible a la posibilidad de escribir un lazo.
Liturgia del Uno solo, como él la llama, donde el analista acompaña
como un doble real, “armando este autismo de dos”. Liturgia de una práctica
litoralizada sobre un circuito o montaje singular. Lectura que evoca a las
condiciones de elección de objetos por parte de Marcel Duchamps para el montaje
de sus ready-mades: una zona vacía,
“una cita con nadie” cuya “finalidad es la no contemplación… la belleza de la
indiferencia” y “donde el acto arranca al objeto de su significado y hace del
nombre un pellejo vacío”.
Lo enseñante de este libro es que busca establecer la singularidad
de una liturgia que permite recortar actos, objetos, letras y palabras, por
fuera de sentido, para poder insertarse en aquel circuito y establecer las
bases de un lazo sutil.
- Por Lucas Horvath. Psicoanalista. Maestría en Clínica Psicoanalítica UNSAM.
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